Además de la distinción, valores cualitativos, ordinales y cuantitativos, en éstos últimos se distinguen dos tipos. Para verlos, comencemos recordando que en todos ellos tiene sentido precisar a) cuál es la diferencia entre dos cualesquiera de sus valores, y b) si esa diferencia es mayor o menor que otra; por ejemplo, la diferencia entre mil y dos mil euros de salario mensual entre dos trabajadores de distinta cualificación, y si tal diferencia es igual, superior o inferior a la que hay entre el que gana dos mil y el directivo que gana cinco mil.

Entre las diferencias posibles se toma alguna como patrón o estándar de la característica o contenido definitorio del concepto. ¿Cuál de las siguientes le parece la denominación que recibe esa diferencia o distancia considerada como patrón o referencia?

Un litro, un segundo o un gramo son unidades bien conocidas, al igual que pueden serlo otras mayores o más pequeñas, como el decilitro, el minuto o el kilogramo.

Otra unidad es la que, tras distintos modos anteriores, ha quedado definida como “trayecto recorrido por la luz en el vacío durante 1/299 792 458 de segundo”. ¿De qué característica es unidad?

Veamos algún ejemplo de unidades más propias de temáticas psicológicas. ¿Cuál de las siguientes puede ser la unidad del siguiente concepto: “Numero de respuestas correctas en un examen”?

Todas las unidades de características consideradas cuantitativamente se toman a partir de un punto de referencia fijo, el denominado valor origen. ¿Cuál es el valor origen para las unidades de longitud?

Cada valor origen de las características cuantitativas mencionadas en los ejemplos previos corresponde al valor nulo o ausencia de dichas características, o si se entiende mejor, al punto en el que se empieza a identificar la presencia de ellas. ¿Tienen ese tipo de origen el peso y la longitud?

En la escala Kelvin de temperatura, el origen se establece en la minima energía posible de un sistema caracterizada por el resposo de sus átomos y moléculas, correspondiendo a -273.15º centígrados. ¿Corresponde ese origen al valor ausencia?

¿Al tener esa referencia fija, la diferencia entre valores que supone una unidad es fija, constante, clara, y cabe establecer proporciones entre ellas, como por ejemplo que dos metros es el doble de 1?

Si tiene sentido decir que 30 minutos son media hora y 1800 segundos, ¿se debe a que el origen de ese concepto corresponde a la ausencia de la característica que en cada ocasión se mide?

Por lo expuesto hasta aquí, hay conceptos cuantitativos cuya unidad se basa en un origen correspondiente a la ausencia de la característica considerada. Por eso su unidad es constante, y por eso puede repetirse de igual forma tantas veces como interese o sea posible.

Otro modo de decirlo es que en tales conceptos cuantitativos, con ese origen, tiene sentido establecer proporciones, razones, entre sus valores. De ahí su denominación de conceptos “cuantitativos de razón”.

Según lo expuesto hasta aquí, ¿podría decirse que el concepto “salarios en cantidad de euros obtenidos en un mes de trabajo” es cuantitativo de razón?

Piense ahora en la bien conocida escala centígrada de temperatura, un modo usado en muchos países de concebir y medir dicha característica. ¿Cuál es la unidad en la escala centígrada de temperatura?

En esa escala centígrada, ¿corresponde el origen al valor ausencia de esa característica?

La pregunta anterior muestra que no todos los conceptos cuantitativos tienen un origen que corresponda al valor ausencia de sus respectivas características.

Piense ahora en el “número de respuestas correctas en una prueba de conocimientos” y en cuál es su origen. ¿Corresponde éste a la ausencia del contenido definido?

Y si el contenido que nos interesa es el conocimiento de las personas, ¿corresponde a la ausencia de dicho contenido el origen que pueda considerarse?

Pensemos ahora en un concepto como los afectos hacia otras personas. ¿Corresponde a la ausencia de dicha característica el origen que pueda considerarse en una prueba?

Ahora en lugar de considerar el concepto afecto como en la pregunta anterior, lo hacemos como respuestas afirmativas de las personas a un determinado cuestionario, ¿correspondería su valor origen a la ausencia de lo definido?

Los últimos ejemplos han diferenciado dos cosas: a) hay términos tomados por la Psicología del lenguaje cotidiano, como conocimientos y afectos, que se usan muchas veces si definir y que si definimos lo hacemos de manera genérica; y b) hay instrumentos que construimos para intentar precisar conceptos como los mencionados. Cuando hacemos esto segundo surge un tercer caso: estudiamos lo primero pero a través de un instrumento; por tanto ni estudiamos a secas conceptos genéricos como conocimientos y afectos de preguntas anteriores, ni tampoco ya lo hacemos con resultados a determinadas pruebas.

En tales casos, mixtura de los señalados, los conceptos son considerados cuantitativos porque se pueden establecer diferencias entre valores -a partir del número de respuestas emitidas- pero sin que su origen corresponda a la ausencia de lo que estudiamos. Efectivamente, cero respuestas en una prueba de conocimiento por ejemplo no indica ausencia completa de éste. Igual sucede con cero respuesta positiva en una prueba de afectos.

Aplicando lo anterior responda a lo siguiente. Si se entiende la inteligencia como capacidad de adaptación a situaciones nuevas, y se la estudia a través del número o cantidad de respuestas adecuadas a un determinado test estandarizado, ¿diríamos que el punto de origen de los valores corresponde a la ausencia de lo que nos interesa?

A partir de lo visto en la pregunta anterior, ¿puede decirse que en todos los conceptos cuantitativos, el valor origen corresponde a la ausencia de lo que define?

La distinción entre los conceptos cuantitativos cuyo valor origen corresponde a la ausencia y en los que no tiene una consecuencia significativa a aprender y tener en cuenta: Mientras que en los que se da esa correspondencia, los de “razón”, tiene sentido establecer proporciones entre valores y también entre diferencias entre ellos, en los que el valor origen no se corresponde a la ausencia, esas proporciones no tienen sentido.

Aplique lo expuesto a responder la siguiente pregunta: ¿Puede decirse que quien obtiene una puntuación doble a la de otra persona en una prueba de inteligencia es el doble de inteligente, tiene el doble de adaptación a las situaciones nuevas (por usar la definición ya mencionada arriba)?

Lo aprendido hasta aquí es fundamental para saber qué afirmaciones pueden hacerse y cuáles no respecto a los conceptos cuantitativos. Al igual que no tiene sentido establecer orden entre valores cualitativos, en los cuantitativos que su valor origen no corresponda a la ausencia de su contenido, no tiene sentido considerar proporciones. Sólo diferencias, distancias o intervalos entre sus valores, como ya sabíamos por la definición de todo concepto cuantitativo.

Por ejemplo, ¿tiene sentido la afirmación siguiente?: La diferencia entre los resultados de dos personas en una prueba de inteligencia es igual (o más pequeña) que la observada entre otras dos personas.

Por tener sentido en estos conceptos cuantitativos que no son de razón establecer diferencias, distancias o intervalos entre valores, y no proporciones, se les denomina conceptos “cuantitativos de intervalo”. Por tanto y para terminar, para distinguir entre conceptos cuantitativos de razón e intervalo debe identificarse si hay o no correspondencia entre el valor origen del concepto y la ausencia de lo que define. Recuérdelo. Es la clave.

Hasta aquí los ejercicios para iniciarse en los tipos de conceptos cuantitativos. Si tiene dudas puede volver a realizar los ejercicios. Si no, puede ejercitarse sobre las clasificaciones de conceptos según tipos de valores. ¿Desea hacerlo ahora?